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El Esquema de Vacunación en México y las Enfermedades que Contempla

El esquema de vacunación en México es una parte fundamental de la estrategia de salud pública para prevenir enfermedades infecciosas. En este artículo, analizaremos el esquema de vacunación mexicano y las enfermedades que contempla, destacando la importancia de la vacunación en la prevención de enfermedades.

Comprendiendo el Esquema de Vacunación en México

El esquema de vacunación en México tiene como objetivo proteger a la población contra enfermedades prevenibles por vacunación. Este programa establece las vacunas obligatorias y recomendadas para diferentes grupos de edad, desde recién nacidos hasta adultos mayores.

Enfermedades Prevenibles por Vacunación en México

El esquema de vacunación en México contempla una serie de enfermedades, entre las que se incluyen:

  1. Poliomielitis:
  • Tipo: Infección viral que ataca el sistema nervioso central.
  • Signos y síntomas: Fiebre, dolor de cabeza, vómitos, rigidez de cuello y espalda, y, en casos graves, parálisis muscular permanente.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre y líquido cefalorraquídeo.
  • Consecuencias y secuelas: Parálisis permanente, dificultad para respirar, deformidades, e incluso la muerte.

 

  1. Sarampión, rubéola y parotiditis (paperas):
  • Tipo:
    • Sarampión: Infección viral muy contagiosa que afecta el sistema respiratorio.
    • Rubéola: Infección viral leve que puede causar sarpullido, fiebre y dolor en las articulaciones.
    • Parotiditis: Infección viral que causa inflamación de las glándulas parótidas (debajo de las orejas).
  • Signos y síntomas:
    • Sarampión: Fiebre, tos, secreción nasal, conjuntivitis, sarpullido y, en casos graves, neumonía y encefalitis.
    • Rubéola: Fiebre, sarpullido, dolor en las articulaciones y conjuntivitis.
    • Parotiditis: Fiebre, dolor e inflamación de las glándulas parótidas, dolor de cabeza y dificultad para masticar.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico y análisis de sangre.
  • Consecuencias y secuelas: Neumonía, encefalitis, sordera, problemas cardíacos y, en casos raros, la muerte.

 

  1. Influenza:
  • Tipo: Infección respiratoria viral que afecta principalmente a los pulmones, la nariz y la garganta.
  • Signos y síntomas: Fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, muscular y corporal, fatiga y, en algunos casos, neumonía.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico y análisis de sangre.
  • Consecuencias y secuelas: Neumonía, bronquitis, exacerbación de enfermedades crónicas e, incluso, la muerte.

 

  1. Infecciones por neumococo:
  • Tipo: Infección bacteriana que puede causar neumonía, meningitis, otitis media y sinusitis.
  • Signos y síntomas: Fiebre, tos, dificultad para respirar, dolor de pecho, neumonía, rigidez de cuello y, en casos graves, meningitis.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre, radiografía de tórax y análisis del líquido cefalorraquídeo.
  • Consecuencias y secuelas: Neumonía, meningitis, sordera, retraso en el desarrollo e, incluso, la muerte.

 

  1. Tuberculosis:
  • Tipo: Infección bacteriana que afecta principalmente a los pulmones.
  • Signos y síntomas: Tos persistente, fiebre, pérdida de peso, fatiga, sudoración nocturna y, en casos graves, hemoptisis.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico, radiografía de tórax y prueba de tuberculina.
  • Consecuencias y secuelas: Daño pulmonar permanente, diseminación a otras partes del cuerpo e, incluso, la muerte.

 

  1. Hepatitis B:
  • Tipo: Infección viral que afecta el hígado.
  • Signos y síntomas: Fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) y, en casos crónicos, cirrosis y cáncer de hígado.
  • Forma de diagnóstico: Análisis de sangre.
  • Consecuencias y secuelas: Cirrosis, cáncer de hígado e, incluso, la muerte.

 

  1. Difteria, tos ferina y tétanos:
  • Tipo:
    • Difteria: Infección bacteriana que afecta la garganta y las vías respiratorias.
    • Tos ferina: Infección bacteriana que causa tos persistente y convulsiva.
    • Tétanos: Infección bacteriana que afecta el sistema nervioso y causa rigidez muscular.
  • Signos y síntomas:
    • Difteria: Fiebre, dolor de garganta, dificultad para respirar, membranas grises en la garganta y, en casos graves, parálisis muscular.
    • Tos ferina: Tos persistente y convulsiva, que puede durar hasta 100 días, vómitos después de la tos, apnea (interrupción de la respiración) en bebés y, en casos graves, neumonía.
    • Tétanos: Rigidez muscular, dificultad para abrir la boca, espasmos musculares, convulsiones y, en casos graves, la muerte.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre y cultivo bacteriano.
  • Consecuencias y secuelas:
    • Difteria: Daño cardíaco, parálisis muscular e, incluso, la muerte.
    • Tos ferina: Neumonía, apnea, convulsiones e, incluso, la muerte.
    • Tétanos: Muerte en hasta el 50% de los casos.

 

  1. Diarrea por rotavirus:
  • Tipo: Infección viral que causa diarrea grave en niños.
  • Signos y síntomas: Diarrea acuosa, vómitos, fiebre, dolor abdominal y deshidratación.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico y análisis de heces.
  • Consecuencias y secuelas: Deshidratación grave, desequilibrio electrolítico e, incluso, la muerte.

 

  1. Varicela:
  • Tipo: Infección viral contagiosa que causa una erupción cutánea con ampollas.
  • Signos y síntomas: Fiebre, dolor de cabeza, fatiga, y una erupción cutánea con ampollas que pican. Las ampollas aparecen primero en el pecho, la espalda y la cara, y luego se extienden al resto del cuerpo.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico.
  • Consecuencias y secuelas: Las ampollas pueden dejar cicatrices, y en casos raros, la varicela puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis y bacteriemia.

 

  1. Virus del papiloma humano (VPH):
  • Tipo: Infección viral de transmisión sexual que puede causar verrugas genitales y cáncer de cuello uterino, ano, pene, boca y garganta.
  • Signos y síntomas: En la mayoría de los casos, no hay síntomas. En algunos casos, se pueden desarrollar verrugas genitales o lesiones precancerosas en el cuello uterino.
  • Forma de diagnóstico: Examen físico y pruebas de detección para el VPH.
  • Consecuencias y secuelas: Verrugas genitales, cáncer de cuello uterino, ano, pene, boca y garganta.

 

  1. COVID-19: (No es parte del esquema)
  • Tipo: Infección respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2.
  • Signos y síntomas: Fiebre, tos, fatiga, dificultad para respirar, pérdida del gusto y el olfato, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de garganta, diarrea y congestión nasal.
  • Forma de diagnóstico: Prueba PCR o de antígenos para el SARS-CoV-2.
  • Consecuencias y secuelas: Neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, daño pulmonar, fatiga persistente, problemas cardíacos, renales y neurológicos, e incluso la muerte.

¿A partir de que edad y de que forma (fechas) deben aplicarse la totalidad de las vacunas contempladas en esta cartilla?

Las vacunas contempladas en la Cartilla Nacional de Salud deben aplicarse siguiendo un esquema específico que incluye la edad de aplicación y las fechas recomendadas. A continuación, se detalla la información sobre la edad y las fechas de aplicación de las vacunas contempladas en la cartilla:

  1. Al nacer:

    • BCG (Tuberculosis)
    • Hepatitis B
  2. 2 meses:

    • Pentavalente acelular (Difteria, tos ferina, tétanos, hepatitis B, Haemophilus influenzae tipo b)
    • Rotavirus
  3. 4 meses:

    • Pentavalente acelular
    • Rotavirus
  4. 6 meses:

    • Pentavalente acelular
    • Rotavirus
  5. 18 meses:

    • Pentavalente acelular
    • DPT (Difteria, tos ferina, tétanos)
  6. 4 años:

    • DPT
  7. 1 año:

    • Poliomielitis (primera dosis)
    • Sarampión, rubéola y parotiditis (primera dosis)
  8. 6 años:

    • Poliomielitis (refuerzo)

Además, se menciona que la vacuna contra la influenza se aplica anualmente hasta los 59 meses de edad.

Es importante seguir este esquema de vacunación recomendado para garantizar la protección adecuada contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación y promover la salud de los niños. Recuerda que es fundamental consultar con el personal de salud para recibir orientación específica sobre las vacunas y su calendario de aplicación.

¿Qué sucede si no se aplican las vacunas en las edades y fechas señaladas?

Si las vacunas no se aplican en las edades y fechas señaladas según el esquema de vacunación recomendado en la Cartilla Nacional de Salud, pueden ocurrir diversas consecuencias negativas:

  1. Riesgo de enfermedades prevenibles: La principal consecuencia de no aplicar las vacunas en las edades y fechas indicadas es el aumento del riesgo de contraer enfermedades prevenibles por vacunación. Estas enfermedades pueden ser graves, causar complicaciones e incluso llevar a la muerte en casos extremos.

  2. Disminución de la inmunidad colectiva: Al no seguir el esquema de vacunación, se contribuye a la disminución de la inmunidad colectiva en la población, lo que puede favorecer la propagación de enfermedades infecciosas y poner en riesgo a personas vulnerables que no pueden ser vacunadas por motivos de salud.

  3. Impacto en la salud pública: La falta de vacunación o la vacunación incompleta pueden tener un impacto negativo en la salud pública, ya que se dificulta el control de enfermedades infecciosas y se pueden producir brotes epidémicos.

Por lo tanto, es fundamental seguir el calendario de vacunación recomendado y aplicar las vacunas en las edades y fechas indicadas para garantizar la protección individual y colectiva contra enfermedades prevenibles. Se recomienda consultar con el personal de salud para recibir orientación y asegurarse de que se cumpla con todas las vacunas necesarias en el momento adecuado. 

¿Cómo puedo utilizar la cartilla de vacunación para prevenir enfermedades y mantener la salud de mi hijo/a?

Para utilizar la Cartilla Nacional de Salud como una herramienta efectiva para prevenir enfermedades y mantener la salud de tu hijo/a, puedes seguir estos consejos:

  1. Seguir el esquema de vacunación: La cartilla contiene información detallada sobre las vacunas que tu hijo/a debe recibir en cada etapa de su desarrollo. Asegúrate de que esté al día con todas las vacunas recomendadas, ya que estas son fundamentales para prevenir enfermedades infecciosas.

  2. Asistir a consultas médicas regulares: Lleva la cartilla a cada consulta médica y solicita al personal de salud que revise y registre las acciones de promoción y prevención de enfermedades. Esto incluye el control de peso y estatura, la aplicación de vacunas, y la orientación sobre cuidados de salud.

  3. Estar atento/a a los signos de alarma: La cartilla también proporciona información sobre los signos y síntomas de alarma para enfermedades como diarreas agudas e infecciones respiratorias agudas. Conocer estos signos te ayudará a identificar problemas de salud de manera temprana y buscar atención médica adecuada.

  4. Participar en programas de promoción de la salud: La cartilla incluye temas como cuidados del recién nacido, alimentación correcta, higiene personal, prevención de adicciones, entre otros. Aprovecha esta información para implementar prácticas saludables en el hogar y promover un estilo de vida saludable para tu hijo/a.

  5. Registrar y programar citas médicas: Utiliza la cartilla para registrar las fechas de las acciones de salud realizadas y programar las próximas citas médicas. Mantener un seguimiento organizado de la atención médica de tu hijo/a facilitará la prevención de enfermedades y la promoción de su bienestar.

¿Qué ventajas y beneficios ofrece estar vacunado?

Algunas de las ventajas y beneficios de estar vacunado incluyen:

  1. Prevención de enfermedades: Las vacunas son una herramienta efectiva para prevenir enfermedades infecciosas graves, algunas de las cuales pueden ser mortales o causar complicaciones graves.

  2. Protección de la salud: La vacunación protege a las personas vacunadas contra enfermedades específicas al estimular el sistema inmunológico para que desarrolle una respuesta protectora.

  3. Inmunidad colectiva: La vacunación contribuye a la inmunidad colectiva o de rebaño, lo que significa que al vacunar a una gran parte de la población se reduce la propagación de enfermedades infecciosas, protegiendo a quienes no pueden ser vacunados por motivos de salud.

  4. Reducción de la carga de enfermedades: La vacunación ha demostrado reducir la incidencia de enfermedades infecciosas, lo que a su vez disminuye la carga de enfermedades en la sociedad y en el sistema de salud.

  5. Prevención de complicaciones: Al prevenir enfermedades infecciosas, las vacunas ayudan a prevenir complicaciones graves, hospitalizaciones y secuelas a largo plazo asociadas con estas enfermedades.

  6. Seguridad y eficacia: Las vacunas son seguras y eficaces, habiendo pasado por rigurosos procesos de evaluación y aprobación antes de su uso en la población.

  7. Contribución a la erradicación de enfermedades: La vacunación ha sido fundamental en la erradicación de enfermedades como la viruela y en la reducción significativa de otras enfermedades como la polio y el sarampión.

¿El sistema inmunitario individual, es capaz de contrarrestar de forma natural cualquier enfermedad sin necesidad de estar vacunado?

Si bien el sistema inmunitario individual es capaz de defender el cuerpo contra diversas enfermedades de forma natural, la capacidad de contrarrestar eficazmente todas las enfermedades infecciosas sin la ayuda de la vacunación puede ser limitada en ciertos casos. A continuación, se presentan algunos puntos a considerar:

  1. Respuesta inmunitaria natural: El sistema inmunitario tiene la capacidad de reconocer y combatir patógenos, como virus y bacterias, de forma natural. En muchos casos, el sistema inmunitario puede ser eficaz en la lucha contra enfermedades leves o moderadas.

  2. Limitaciones de la inmunidad natural: Sin embargo, la inmunidad natural puede no ser suficiente para proteger contra enfermedades graves, potencialmente mortales o altamente contagiosas. Algunas enfermedades infecciosas pueden causar complicaciones graves o secuelas a largo plazo, incluso en personas sanas con un sistema inmunitario fuerte.

  3. Vacunas como herramienta preventiva: Las vacunas estimulan el sistema inmunitario para que desarrolle una respuesta protectora específica contra ciertas enfermedades, proporcionando una inmunidad más efectiva y duradera que la inmunidad natural en muchos casos. Las vacunas pueden prevenir enfermedades graves y reducir la propagación de patógenos en la comunidad.

  4. Protección colectiva: La vacunación no solo protege a los individuos vacunados, sino que también contribuye a la protección de las personas que no pueden ser vacunadas por motivos de salud, como aquellos con sistemas inmunitarios debilitados. Esto se conoce como inmunidad colectiva o de rebaño.

Conclusión

El esquema de vacunación en México abarca una variedad de enfermedades infecciosas y proporciona protección contra ellas a lo largo de la vida. La vacunación es una medida preventiva esencial que beneficia tanto a nivel individual como comunitario, y es fundamental para mantener la salud pública y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Es importante seguir las recomendaciones del Programa Nacional de Vacunación y asegurarse de que todas las personas reciban las vacunas necesarias en los momentos adecuados.

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