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Tratamiento de la Hernia Discal: ¿Cuándo la Cirugía es una Opción?

El tratamiento de una hernia discal varía según la gravedad de los síntomas y la respuesta a las medidas conservadoras. En la mayoría de los casos, el tratamiento inicial involucra enfoques no quirúrgicos, como fisioterapia y medicamentos. Sin embargo, en ciertas situaciones, la cirugía puede ser necesaria para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo. En este artículo, exploraremos cuándo la cirugía es una opción en el tratamiento de la hernia discal.

Manejo Conservador

El tratamiento inicial de una hernia discal generalmente involucra medidas conservadoras, que incluyen:

  • Fisioterapia: Los ejercicios de fisioterapia pueden fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, aliviando la presión sobre el disco herniado.

  • Medicamentos: Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos pueden ayudar a controlar el dolor y reducir la inflamación.

  • Cambios en el Estilo de Vida: Mantener un peso saludable, evitar actividades que aumenten el dolor y practicar una buena postura son importantes para prevenir agravar la hernia discal.

  • Terapia Ocupacional: La terapia ocupacional puede enseñar técnicas de ergonomía y adaptaciones para reducir el estrés en la columna.

¿Cuándo se Considera la Cirugía?

La cirugía para tratar una hernia discal se considera en situaciones específicas, que incluyen:

  1. Síntomas Severos e Incapacitantes: Si los síntomas de la hernia discal, como el dolor intenso, la debilidad o la pérdida de control de la vejiga o el intestino, son severos y afectan significativamente la calidad de vida, la cirugía puede ser la mejor opción.

  2. Fracaso del Tratamiento Conservador: Si las medidas conservadoras no alivian los síntomas después de varios meses y los síntomas empeoran, la cirugía puede ser necesaria.

  3. Compresión de la Médula Espinal: Cuando la hernia discal comprime la médula espinal, se considera una emergencia médica y la cirugía es urgente para evitar daños neurológicos permanentes.

  4. Riesgo de Parálisis: Si existe un riesgo significativo de parálisis debido a la compresión de nervios o la médula espinal, la cirugía es esencial.

Tipos de Cirugía

Existen varios procedimientos quirúrgicos para tratar una hernia discal, que incluyen:

  • Discectomía: En este procedimiento, el cirujano retira la parte del disco herniado que está ejerciendo presión sobre los nervios o la médula espinal.

  • Laminectomía: La laminectomía implica la eliminación de parte de la lámina (un hueso en la columna vertebral) para aliviar la presión sobre los nervios o la médula espinal.

  • Fusión Espinal: En algunos casos, puede ser necesario fusionar dos o más vértebras para estabilizar la columna vertebral después de la cirugía de hernia discal.

Recuperación y Cuidado Postoperatorio

La recuperación después de la cirugía de hernia discal varía según el procedimiento y la gravedad de la hernia. Es importante seguir las recomendaciones del cirujano y asistir a la fisioterapia según sea necesario para maximizar la recuperación.

Conclusión

La cirugía es una opción en el tratamiento de la hernia discal en situaciones específicas, como síntomas severos, compresión de la médula espinal o riesgo de parálisis. La decisión de realizar una cirugía debe basarse en la evaluación médica y el riesgo-beneficio para cada paciente.

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