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Química de 35 elementos
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¿Qué es una química sanguínea de 35 elementos?
Un estudio completo que evalúa el funcionamiento de tus órganos vitales y sistemas a través de análisis precisos de sangre, proporcionando información clave sobre tu salud.
¡Cuida tu salud con una Química Sanguínea de 35 elementos!
Riñones
Los riñones filtran y eliminan desechos, controlan el equilibrio de líquidos y electrolitos, y regulan la presión arterial.
- Urea y Nitrógeno Ureico: Indicadores de la función excretora de los riñones.
- Creatinina y Tasa de Filtración Glomerular (TFG): Evalúan la capacidad de los riñones para filtrar desechos de la sangre.
- Relación Nitrógeno Ureico/Creatinina: Ofrece una visión más precisa de la función renal y el estado de hidratación.
- Ácido Úrico: Relacionado con la excreción de purinas por los riñones.
- Niveles altos de urea, creatinina o ácido úrico pueden indicar insuficiencia renal, deshidratación o problemas para eliminar toxinas.
- Niveles bajos de TFG reflejan disminución en la capacidad de filtración renal.
- Deshidratación.
- Consumo elevado de proteínas o purinas (carnes rojas, mariscos).
- Enfermedades renales crónicas.
- Hipertensión y diabetes.
- Mantenerse bien hidratado.
- Reducir el consumo de carnes rojas y mariscos.
- Controlar la presión arterial y los niveles de glucosa.
- Realizar chequeos regulares si hay antecedentes familiares de enfermedad renal.
Hígado
El hígado desintoxica la sangre, metaboliza nutrientes, produce proteínas esenciales, y gestiona las grasas y azúcares.
- Bilirrubina Total, Directa e Indirecta: Mide la capacidad del hígado para procesar bilirrubina, un desecho producido en la descomposición de glóbulos rojos.
- Aspartatoaminotransferasa (AST) y Alaninaaminotransferasa (ALT): Enzimas que reflejan el daño hepático.
- Fosfatasa Alcalina y Gamaglutamil Transpeptidasa (GGT): Indicadores del funcionamiento de las vías biliares.
- Albúmina y Proteínas Totales: Evaluación de la producción de proteínas hepáticas.
- Enzimas elevadas (AST, ALT, GGT) indican inflamación o daño hepático, como en hepatitis o cirrosis.
- Niveles altos de bilirrubina reflejan problemas en la excreción biliar o daño hepático.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Hepatitis viral.
- Uso de medicamentos hepatotóxicos.
- Obesidad y síndrome metabólico.
- Reducir o evitar el consumo de alcohol.
- Mantener un peso saludable.
- Vacunarse contra la hepatitis A y B.
- Evitar el uso excesivo de medicamentos sin prescripción médica.
Sistema cardiovascular y perfil lipídico
El sistema cardiovascular depende de un equilibrio adecuado de grasas y lípidos en la sangre para mantener el flujo sanguíneo y la salud de las arterias.
- Colesterol Total, LDL, HDL, VLDL: Evaluación del riesgo cardiovascular a través de los niveles de colesterol “malo” (LDL) y “bueno” (HDL).
- Triglicéridos: Grasas en la sangre que, en exceso, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Índice Aterogénico: Relación entre el colesterol total y el HDL, utilizado para medir el riesgo de aterosclerosis.
- Colesterol LDL elevado aumenta el riesgo de formación de placa en las arterias (aterosclerosis).
- HDL bajo disminuye la capacidad del cuerpo para eliminar el colesterol malo.
- Triglicéridos elevados están asociados con el síndrome metabólico y enfermedades del corazón.
- Dieta alta en grasas saturadas y trans.
- Falta de actividad física.
- Fumar y beber alcohol en exceso.
- Obesidad y diabetes.
- Consumir una dieta rica en grasas saludables (aceites vegetales, aguacate, pescado).
- Realizar actividad física regular.
- Evitar el tabaco y limitar el alcohol.
- Controlar el peso y mantener niveles adecuados de azúcar en sangre.
Sistema óseo y muscular
Los huesos y músculos dependen de minerales como el calcio, fósforo y magnesio para su fortaleza y funcionamiento adecuado.
- Calcio y Fósforo: Minerales esenciales para la salud ósea y dental.
- Magnesio: Crucial para la función muscular y nerviosa.
- Fosfatasa Alcalina (ALP): Enzima que puede reflejar la actividad ósea.
- Calcio elevado puede indicar hiperparatiroidismo o problemas con la reabsorción ósea.
- Fósforo bajo puede ser signo de mala absorción o problemas renales.
- Fosfatasa alcalina elevada sugiere actividad ósea alterada, como en enfermedades óseas o fracturas.
- Dieta baja en calcio o vitamina D.
- Falta de exposición al sol (vitamina D).
- Sedentarismo.
- Trastornos hormonales.
- Consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D (lácteos, pescados).
- Realizar ejercicio con carga para fortalecer los huesos.
- Mantener un peso saludable para evitar la sobrecarga en huesos y articulaciones.
- Evitar fumar y reducir el consumo de alcohol.
Sistema inmunológico y sanguíneo
El sistema inmunológico y el sanguíneo dependen de la producción adecuada de proteínas, glóbulos rojos, y minerales como el hierro para el transporte de oxígeno.
- Proteínas Totales, Albúmina, Globulina, Relación Albúmina/Globulina: Miden la producción y distribución de proteínas en el cuerpo, esenciales para el sistema inmunológico.
- Hierro, Capacidad de Fijación Total de Hierro (TIBC), Porcentaje de Saturación de Hierro: Evalúan el transporte de oxígeno y la salud de los glóbulos rojos.
- Niveles bajos de albúmina o globulina pueden sugerir infecciones crónicas o problemas hepáticos.
- Hierro bajo es indicativo de anemia por deficiencia de hierro, mientras que niveles altos pueden reflejar sobrecarga de hierro (hemocromatosis).
- Mala alimentación o deficiencia de proteínas.
- Dieta baja en hierro.
- Enfermedades crónicas o inflamatorias.
- Consumir alimentos ricos en proteínas y hierro (carnes magras, legumbres).
- Mantener una dieta equilibrada.
- Evitar excesos en suplementos de hierro sin supervisión médica.
Sistema electrolítico y equilibrio de líquidos
Los electrolitos (sodio, potasio, cloro) son esenciales para la regulación del equilibrio de líquidos, la presión arterial, y el funcionamiento muscular y nervioso.
- Sodio, Potasio, Cloro: Mantienen el equilibrio de líquidos, influyen en la presión arterial y en la función muscular y nerviosa.
- Sodio elevado puede reflejar deshidratación o problemas en la regulación de líquidos.
- Potasio alto o bajo afecta el ritmo cardíaco y la función muscular.
- Dieta alta en sal.
- Deshidratación.
- Uso excesivo de diuréticos.
- Problemas renales.
- Mantener una ingesta adecuada de líquidos.
- Reducir el consumo de sal.
- Consumir alimentos ricos en potasio (plátano, espinacas).