Conoce tu composición corporal y empieza a cuidar tu salud.
Conocer tu peso es solo el inicio.
Lo realmente importante es entender qué hay detrás del número: tu composición corporal, tu metabolismo y tus hábitos diarios.
⚠️ Orientación educativa
Esta herramienta no es un diagnóstico ni reemplaza la valoración médica. Su resultado tiene fines informativos y orientativos para conversar con su profesional de salud.
Calcula tu Índice de Masa Corporal (IMC)
Una herramienta sencilla para estimar tu composición corporal.
| Rango IMC | Categoría |
|---|---|
| < 18.5 | Bajo peso |
| 18.5 – 24.9 | Peso normal |
| 25.0 – 29.9 | Sobrepeso |
| 30.0 – 34.9 | Obesidad I |
| 35.0 – 39.9 | Obesidad II |
| ≥ 40.0 | Obesidad III |
👉 Conoce tu resultado
El IMC es una herramienta útil, pero no cuenta toda la historia. Dos personas con el mismo índice pueden tener composiciones corporales totalmente distintas. Por eso, el siguiente paso no es preocuparte por el peso, sino entender cómo está formado tu cuerpo: ¿Tienes buena masa muscular? ¿Dónde se acumula la grasa corporal? ¿Tu metabolismo trabaja de forma equilibrada? Conocer eso te da una visión más real de tu salud.
💡Plan de acción
Prefiere alimentos frescos y naturales.
Reduce azúcares añadidos, bebidas procesadas y exceso de grasas saturadas.
Incluye suficientes frutas, verduras, proteína (de origen animal o vegetal) y grasas saludables (aguacate, nueces, aceite de oliva).
Come con regularidad y escucha las señales de hambre y saciedad
Realiza al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado (caminar, nadar, trotar, andar en bici).
Incorpora entrenamiento de fuerza 2 o 3 veces por semana para mantener la masa muscular.
Si trabajas mucho tiempo sentado, haz pausas breves para moverte cada hora.
Dormir bien regula hormonas como la leptina y la grelina, que influyen en el apetito, el metabolismo y la energía diaria.
Duerme entre 7 y 8 horas por noche.
Evita pantallas y cafeína antes de dormir.
Mantén horarios regulares.
El cuerpo necesita agua para mantener el metabolismo activo y eliminar desechos.
Toma de 6 a 8 vasos al día (más si haces ejercicio o vives en clima cálido).
Modera el consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
El estrés sostenido eleva el cortisol, que puede favorecer la acumulación de grasa abdominal.
Aprender a descansar mentalmente es tan importante como cuidar la alimentación.
Conocer cómo está tu cuerpo te permite tomar decisiones informadas. En RIO te ayudamos a hacerlo con precisión y empatía.
Estudios útiles en RIO
Conocer tu IMC es solo el primer paso. Si quieres entender mejor tu composición corporal y metabolismo, en RIO puedes realizar estudios que te aportan información más precisa:
Análisis de composición corporal: mide grasa, músculo, agua y metabolismo basal.
Perfil metabólico completo: glucosa, colesterol, triglicéridos.
Perfil tiroideo (TSH, T3, T4): evalúa cómo tu tiroides regula tu energía y peso.
Ultrasonido abdominal: ayuda a descartar acumulación de grasa visceral o hígado graso.
(Estos estudios son herramientas que tu médico puede usar para conocer mejor tu estado general de salud.)